Una de las novedades que ha introducido la pandemia en nuestras vidas es el teletrabajo. Desde su implantación en el confinamiento muchos trabajadores han expresado cómo ha sido su experiencia pero ¿y las empresas? ¿conocemos cómo lo han vivido? Entrevistamos a grandes compañías para que nos den su visión de esta fórmula laboral emergente en España.
APUESTA POR EL TELETRABAJO
La Directora de Personas y Comunicación Interna de Línea Directa, Mar Garre apunta que su empresa “hace más de una década que decidió implantar el teletrabajo, antes de la crisis del coronavirus, y que a este sistema estaba acogido el 10% de la plantilla”.
Garre comenta “que ya tenían un programa de teletrabajo maduro y que también desarrollaron programas de trabajo flexible para gestionar mejor el tiempo laboral y personal”. Argumenta que estamos ante un “sistema basado en la responsabilidad, la confianza, la optimización de tiempos y en la apuesta por el liderazgo en remoto, desplegada por los managers y pilares básicos en gestión de personas” y que a raíz del coronavirus y el estado de alarma ha sido para el equipo de Dirección una prioridad para salvaguardar la seguridad y la salud de los empleados”.
Desde esta compañía señalan que en este periodo de confinamiento trabajaron en remoto 2.400 empleados del grupo, haciendo un gran esfuerzo tecnológico y de gestión. Destacan que en la actualidad alternan el trabajo en casa y oficina por turnos, con el fin de que no haya más de un 50% de la plantilla físicamente en la oficina, y que se han adaptado a la nueva realidad con medidas de seguridad. La empresa pone de relieve la certificación obtenida de “Protocolo seguro Covid-19” de AppPlus, superando una rigurosa evaluación en las oficinas.
La responsable de personas con valores de Laboratorios Quinton, Cecilia Coll considera que “si el proyecto de una organización se basa en el trabajo por objetivos, bajo una responsabilidad individual y colectiva, y compromiso mutuo cobra sentido poder realizar el trabajo desde cualquier lugar”. En este sentido, afirma que “las personas para dar lo mejor de sí mismas y sentir que el trabajo forma parte del proyecto de vida deben de vivir en armonía y equilibrio y que la flexibilidad del trabajo temporal y espacial es conciliación pura”.
Jesús Domingo de la empresa Mahou destaca que “las personas siempre han estado en el centro de las decisiones de la empresa y que garantizar la salud y seguridad de los profesionales ha sido y es una prioridad”.
Por ello hace años implementaron un plan de trabajo en remoto para reforzar la conciliación y responder a las nuevas necesidades de la sociedad actual. Así, más del 50% de los profesionales estaban adheridos a esta iniciativa en el último tercio de 2019.
En esta línea, considera que gracias a esta acción “respondieron con agilidad a las necesidades de la pandemia, estableciendo el teletrabajo para el conjunto de la plantilla, incluso antes de la declaración del Estado de Alarma”. Domingo señala que “el teletrabajo ha permitido proteger la salud del equipo y de la sociedad, cumpliendo con su compromiso con profesionales, clientes, colaboradores y consumidores”.
Mª Teresa Fernández, Subdirectora General de Ibercaja Banco, Directora de Área de Persona y Directora efr pone de relieve que en su empresa “el teletrabajo llegó de forma repentina con motivo de la crisis sanitaria del Covid-19 y que fue la primera medida extraordinaria que se implantó a través del Plan de Contingencia a fin de preservar la salud y seguridad de los profesionales y dar servicio y continuidad a los clientes. “Se pasó de cero personas teletrabajando a 1.300 en dos semanas, con todo lo que ello implica: despliegue de medios informáticos, integración de sistemas, tareas…siendo la banca un servicio esencial durante el estado de alarma”.
Así, apunta que “los retornos son claros: hemos velado por la salud de los compañeros, manteniendo el mayor número posible trabajando en sus casas, evitando riesgos colectivos e individuales, favoreciendo la conciliación especialmente para aquellos que necesitaban esta medida”.
BARRERAS PARA LA NO IMPLANTACIÓN
La responsable de personas con valores de Laboratorios Quinton, Cecilia Coll destaca que una de las razones por las que puede que las empresas no ponen en marcha este tipo de iniciativas es porque “lamentablemente todavía existe el convencimiento de que el desempeño de nuestro trabajo debe de hacerse de forma presencial, por lo que la cultura de calentar la silla sigue vigente”. Coll advierte que “hablar de flexibilizar tiempos de trabajo es tener una cultura de organización basada en sólidos valores”.
Para Mar Garre, Directora de Personas y Comunicación Interna de Línea Directa es porque “el teletrabajo no se puede amoldar a todos los negocios” y que la decisión pasa por si es viable para la empresa y empleados. Asimismo, hace constar que “los programas de trabajo flexible suelen ser más fáciles de implantar en empresas con una cultura basada en agilidad y flexibilidad y donde la digitalización y la tecnología resulten adecuadas para el desarrollo óptimo del negocio”.
Por su parte considera que Línea Directa cuenta con esa forma de operar, y que ha sido fácil para la compañía convivir con esta situación de crisis sanitaria. Sin embargo señala que puede que uno de los obstáculos de este trabajo a distancia sea “la posible pérdida del vínculo entre personas”. Por ello afirma que es “fundamental gestionar esta vinculación del empleado con la empresa y hacerle sentir que forma parte del proyecto, que no se quede aislado y que no pierda el sentido de los objetivos”.
Y ahí es donde la comunicación interna y el liderazgo son “palancas” a la hora de acompañar al trabajador en su día a día, dotándole de confianza y transparencia y facilitando la gestión del equipo.
Para Jesús Domingo de la empresa Mahou uno de los frenos del teletrabajo para determinadas empresas es que implica “la implantación de una estructura digital que permita las principales tareas del día a día de forma remota”. Destaca que desde su compañía se ha realizado un gran esfuerzo para aunar digitalización, conciliación y bienestar para los profesionales y que incluso en los últimos meses han tenido que reforzar el trabajo a distancia con nuevas herramientas enfocadas a reuniones, colaboración y comunicación”.
El responsable de Mahou apunta que “contar con un ecosistema digital relevante y uniforme con utilidades como estas conlleva a que las organizaciones realicen un esfuerzo, analizando las necesidades reales del día a día, fomentando un cambio de paradigma en su trabajo cotidiano”.
Por otro lado, destaca que el aspecto más determinante es “el cambio cultural y profesional” que debe afrontar la compañía para tener una digitalización exitosa. “Los profesionales deben ser conscientes de las ventajas que ello supone, en su forma de trabajar y también interiorizar las necesidades estratégicas de esta evolución”.
Mª Teresa Fernández, Subdirectora General de Ibercaja Banco, Directora de Área de Persona y Directora efr señala que el motivo por el que las empresas no implantan el teletrabajo es “principalmente por la cultura laboral que tenemos en España y porque este tipo de medidas no son aplicables a todos los puestos que pueda haber en una organización. Implantarlas para unos sí y para otros no exige una gestión personalizada” aunque señala “tenemos que dar un paso adelante en este sentido”.
Fernández destaca varias barreras que impiden el trabajo a distancia: “en las pequeñas empresas todavía no se ha avanzado lo suficientemente en digitalización, lo que dificulta el teletrabajo por falta de medios. En las más grandes todavía no todos trabajan por objetivos o por proyectos y la medición de la productividad individual es un compañero de viaje imprescindible del teletrabajo. Y además, a ello debemos sumarle, que algunas organizaciones todavía subsisten los restos de la antigua cultura del presentismo, que debemos ir transformando en cultura de la responsabilidad individual y proactividad”.
Para concluir, la subdirectora General de Ibercaja Banco afirma ante un escenario futuro que “estos últimos meses han demostrado con experiencias reales que es posible avanzar en materia de teletrabajo sin que la productividad se resienta lo más mínimo”.
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