Pepe Pedraz es facilitador y creador de procesos lúdicos. Se considera todo un convencido en que el arte de la diversión puede aportar beneficios a cualquier sector en el que se aplique, y que conceptos como aprendizaje, innovación y diversión deben ir de la mano para el impulso de un crecimiento sostenible y duradero. Es el fundador de alaluzdeunabombilla, al tiempo que gestor de proyectos basados en el juego, máster en Gamification & Transmedia Storytelling, Project Manager, formador de formadores, coach empresarial y técnico de márketing. Hablamos con él tras su participación en el Congreso Internacional de Felicidad celebrado recientemente en Galicia.
Su ponencia en el Congreso llevaba por título “Jugar no es cosa de niños”, ¿podría describirnos las principales líneas de su exposición?
Esta pequeña charla trata sobre tender puentes entre personas, con la finalidad de acercar todo lo que el poder del juego puede ofrecernos en nuestro entorno.
Trata fundamentalmente de que todos tenemos asociado el concepto de juego con diversión, ocio o recreo, además de estar vinculado a un concepto de bienestar, “juego para disfrutar y pasármelo bien, sin ninguna otra pretensión”.
Pero muchas veces y con la edad, la asociación de juego con ocio, nos hace olvidar que jugar no sólo es jugar, sino que es mucho más, y puede dotarnos de un amplio abanico de posibilidades para alcanzar nuestras metas y objetivos.
Esta ponencia, trata sobre los principios básicos del juego y como son capaces de alinearse con los objetivos de cualquier organización de un modo más sencillo y simple del que imaginamos.
¿El entorno laboral es poco divertido? ¿Cómo podemos convertirlo en un espacio un poco más lúdico?
Esta es una pregunta más compleja de lo que parece. La diversión (y por tanto la predisposición y la motivación) en un entorno de trabajo varía en función de muchos factores como el equipo del que te rodeas o la situación económica y de resultados que vivas.
Pero sí, normalmente cuando planteas generar entornos más dinámicos basados en juego (lo que muchos conocen como entornos gamificados), aún hay muchas personas a las que les extraña. Porque piensan que su negocio es demasiado serio como para poder ser algo divertido. Y esto, bajo mi punto de vista es un error (más que el hecho de que una tarea o un cometido sea o no divertido persé).
La diversión es un actitud que se trabaja… jugando. Y generando pequeñas dinámicas para ejercitar la creatividad mediante juegos, fomentar la innovación mediante juegos o la resolución de problemas… sí, mediante juegos, podemos comenzar a generar espacios más atractivos.
¿Imaginemos un día a la semana donde nos sentemos a resolver problemas con un “café solo o con dados”? Una hora a la semana de juego donde utilizando herramientas de una forma responsable podamos resolver diferentes problemáticas acontecidas a lo largo de la semana.
¿Y si para fomentar el trabajo en equipo comenzamos a plantear pequeños escape rooms dentro de nuestra unidad de negocio?. Esto es posible hacerlo de un modo autónomo por muchas personas. Y es solo la punta del iceberg… todas nuestras tareas pueden potenciarse con el poder del juego.
¿Cree que actualmente el trabajador vive en un ambiente demasiado serio y encorsetado?
Creo que actualmente hay muchos tipos de organizaciones diferentes, y que generalizar sería un error. Pero sí soy un firme convencido de que la pro actividad y la predisposición hay que cuidarlas con el paso del tiempo.
El trabajo en cualquier compañía es como un juego: jugar siempre en el mismo nivel de dificultad, con los mismos retos y resolviendo los mismos problemas es sinónimo de aburrimiento. Y la empresa así como el juego, pueden procurar ir renovando esos retos y desafíos para ir motivando así a las personas, así como planteándoles nuevas formas de resolver los problemas y la tareas a las cuales se enfrentan.
Y una de las mejores maneras que tienen las organizaciones de hacerlo, es generando ambientes de trabajo más dinámicos y divertidos. Porque ojo, y esto es algo que siempre dejo claro, el que una persona se divierta y disfrute en su puesto de trabajo no está reñido con la productividad y la seriedad de un proyecto o de un entorno de trabajo.
¿Quieres conocer más a tus empleados? Déjales jugar y juega con ellos. “En media hora de juego podremos descubrir más a una persona que en un año de conversación” – Platón.
De su experiencia, ¿qué prácticas en empresas destacaría por su eficacia y efectividad?
Creo que hay muchas vías de entrada del juego y sus ramificaciones (gamificación, aprendizaje basado en juegos, juegos serios…) a cualquier organización. Pero una de las fundamentales y un pilar principal es a través de las personas (RRHH).
Comenzar con pequeños cambios a través de formaciones a nosotros nos ha servido enormemente para demostrar todo lo que el juego es capaz de hacer. Hemos creado juegos de diversos tipos para ámbitos industriales (fabricación de vidrio), de distribución o formación y educación con unos resultados muy favorables en términos de predisposición y motivación a la acción.
¿Considera que el trabajo es como un juego y que cada uno desempeña un rol? ¿cuál debería ser el papel de un líder?
Sin lugar a dudas, los entornos de trabajo y de juego tienen más similitudes de las que puede parecer a simple vista. Igual que en la teoría de tipos de jugadores (según Bartle) existen los “Killers” que les motivan los enfrentamientos con otros jugadores, los “Socializadores” que les encanta hablar y conocer gente, los “Exploradores” a los que les apasiona conocer mundo, explorar, aprender y descubrir cosas, o los “Triunfadores”, que únicamente buscan retos y conseguir logros por ellos, en la empresa pasa algo similar.
¿Qué papel juega un líder?. Un líder es un facilitador, es un embajador, es una persona que motiva, que predispone y que orienta pero siempre desde el ejemplo y desde la acción. Y los líderes se ven claramente cuando jugamos. Porque el liderazgo no se impone, el liderazgo se demuestra.
¿Cree que los objetivos y los retos los cumplen quienes creen en los sueños?
Creo que al igual que en las anteriores preguntas, esta también se puede contestar como si de un juego se tratase (¡pero qué voy a decir yo!).
¿Hay que perseguir los sueños? Sí. Pero con responsabilidad y sabiendo cuáles son nuestras limitaciones y en qué debemos trabajar para poder alcanzarlos.
¿Imaginas qué pasaría si nos pusiésemos a jugar a un juego al que llevamos mucho tiempo con ganas de enfrentarnos y de repente es infernalmente difícil? Además, no lleva manual de instrucciones, no tiene tutorial y su curva de aprendizaje es nula. Todos somos capaces de imaginarlo, ¿cierto?
Pues con los sueños y aspiraciones pasa lo mismo. Los sueños sirven para impulsarnos a la acción, predisponernos y motivarnos, pero antes debemos pasar por una serie de etapas para alcanzarlos. Igual que en un juego donde debemos destruir a un terrible monstruo que asola nuestro mundo, hay una fase de acercamiento, de aprendizaje, de crecimiento, de mejora, de perfeccionamiento… en el camino hacia nuestros objetivos existe el mismo camino. Y debemos pasar por todas las etapas, sin perder de vista nuestros objetivos (o sueños), y sobre todo disfrutando del camino.
Nuestras experiencias nos restan inocencia, pero ¿queda algo de nuestra niñez?
Por supuesto. Lo que queda en nosotros de nuestra niñez, en algunas ocasiones nos viene dado por el concepto de Nostalgia.
Y realmente es una pena eso de pensar que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, cuando muchas veces lo mejor está por venir. Muchas veces, los juegos nos hacen conectar con nuestro “yo pasado” dándonos una sensación placentera y agradable a la par que nos permiten motivarnos y reorientarnos en nuestros objetivos.
¿Diría que los juegos fomentan la creatividad y favorecen el impulso de la innovación?
Es algo muy interesante cuando se habla sobre conceptos como la creatividad, todo lo que podemos aprender observando a diferentes niños interactuar con juegos, y por supuesto esas mismas dinámicas se reproducen cuando jugamos ya de adultos.
La mayor virtud de las herramientas basadas en juego es el poder alinear todo lo que nos ofrecen con nuestro objetivo. La creatividad se trabaja creando, imaginando, ensayando, fallando y acertando. Y todo esto podemos reproducirlo mediante técnicas de juego para fomentarla, desarrollarla y potenciarla.
Por último, ¿qué es el Storytelling y para qué sirve?
El arte de contar historias de tal modo que consigamos llegar al corazón y a los sentimientos de nuestra audiencia se denomina Storytelling.
Usando esta estrategia de una manera eficiente, abrimos la puerta a un mundo de posibilidades a la hora de interactuar, despertar sentimientos y mejorar relaciones con nuestros usuarios. Al fin y al cabo, las historias son transmisores de la información que se quedan grabadas en nuestra memoria (si son buenas, claro está) y nos sirven enormemente para transmitir mensajes.
El Storytelling es una gran herramienta para humanizar las organizaciones y hacer ver lo que realmente son: grupos de personas, con unas vidas, unas aficiones, unos defectos, unas virtudes y unos valores. Porque al final TODAS las empresas más allá de su logo, de sus infraestructuras o de sus jerarquías son las personas que las componen.
¿Por qué no contar su historia?
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