Juan Manuel Rueda es Director General de Personas, Organización y Comunicación en SANTALUCÍA. Hablamos con este directivo para analizar cómo han vivido la crisis y cuáles han sido las dificultades con las que se han encontrado en la gestión de la pandemia del Covid-19.
¿Cuál fue el principal obstáculo tras la irrupción de la crisis y el aprendizaje o experiencia positiva que han obtenido?
El principal reto fue conseguir, en solo unos días, que prácticamente la totalidad de la plantilla pudiese trabajar de forma remota.
Tras la vuelta al trabajo, la compañía realizó test a todos los trabajadores, ¿qué otras medidas preventivas adoptaron en su empresa? ¿cuáles han sido los costes añadidos que ha representado la crisis?
Desde el inicio de la crisis sanitaria, SANTALUCÍA tuvo dos grandes prioridades: la primera, garantizar la salud de las personas, clientes, empleados, proveedores y colaboradores, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables. Para ello, pusimos en funcionamiento todos los medios a nuestro alcance y seguimos con total responsabilidad las recomendaciones de las autoridades sanitarias, reforzándolas y complementándolas con medidas adicionales.
La otra gran prioridad de la compañía fue garantizar la continuidad de nuestro negocio. No podíamos fallar a nuestros clientes en un momento tan delicado, y podemos decir con orgullo que no lo hicimos. Mantuvimos operativas todas nuestras líneas de negocio y demostramos el papel fundamental que tiene el Seguro para las personas y las familias.
La necesidad de mantener los centros de trabajo protegidos contra el virus SARS-CoV2 ha supuesto un conjunto de medidas de entre las que podemos destacar:
• Disposición de cartelería informativa.
• Dispensadores de hidrogeles.
• Señalización.
• Medición de temperatura corporal con termómetros infrarrojos.
• Mamparas de protección.
• Limpieza y desinfección de los centros adicional a lo habitual.
• Refuerzo de servicios auxiliares.
Por otro lado, la protección de nuestros trabajadores ha supuesto desde el inicio un esfuerzo adicional que nos permitiera, por un lado, proporcionar una adecuada seguridad y, por otro lado, poder mantener la actividad. En este caso, actividades como las de BALLESOL y ALBIA se han visto sometidas a toda la crudeza de la pandemia, y debido a su tipo de negocio han estado en primera línea de atención en cuanto al cuidado de nuestros mayores como ofreciendo los más dignos servicios funerarios en todo momento, respectivamente.
Los elementos de protección personal que han sido y siguen siendo necesarios son:
• Mascarillas higiénicas.
• Mascarillas EPI de protección.
• Guantes y material adicional de protección.
Adicionalmente, desde el momento de regreso a los centros tras el confinamiento inicial, la empresa ha facilitado la realización de test Covid-19 a todos los trabajadores, lo que ha permitido que nuestros centros hayan estado libres de Covid-19.
Durante este último año se han implementado, asimismo:
• Protocolos de actuación y retorno a los centros de trabajo.
• Valoración de trabajadores vulnerables frente al Covid-19.
• Implantación de trabajo a distancia.
• Implantación de telemedicina.
• Formación e información específica a todos los trabajadores sobre los riesgos del Covid-19.
• Traslado de información oficial de las autoridades sanitarias.
• Implantación de programas para fomentar el ejercicio físico durante el confinamiento y posterior trabajo a distancia.
Asimismo, se ha acreditado con la certificadora Audelco el Plan de medidas establecidas por la empresa para la protección frente a la exposición al SARS-CoV-2 en todos los centros del Canal Agencial para garantizar la protección tanto de nuestros trabajadores como de nuestros clientes.
Algunas cifras significativas:
- 20.000 test detección Covid-19.
- 800.000 mascarillas.
- 350.00 guantes.
- 1.200 mamparas de protección.
Se obtuvo el sello de calidad “Garantía Madrid”, que certifica y fomenta las buenas prácticas adoptadas por empresas de la región para prevenir posibles riesgos provocados por el Covid-19, ¿cómo reaccionaron al conocer esta distinción?
Asumimos nuestro papel de Empresa responsable y de protección a la comunidad frente al Covid-19, adoptando cuantos protocolos fueron necesarios para este fin además de, lógicamente, interesarnos por el distintivo que ofrecía la Comunidad de Madrid.
Todas las sociedades del grupo SANTALUCÍA y del canal agencial radicadas en Madrid han obtenido y renovado el sello de Garantía Madrid, un distintivo que acredita la labor de vigilancia y protección frente al Covid-19 tanto en los centros de trabajo como de los trabajadores.
De igual modo, nos adherimos al PLAN SUMAMOS (Salud+Economía): iniciativa del sector empresarial a través de la Fundación CEOE para apoyar a las Comunidades Autónomas en la contención y lucha contra el Covid-19 (https://plansumamos.es/que-es/).
A comienzos del mes de junio se nos trasladó que las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid estaban valorando ofrecer la posibilidad de que se establecieran Puntos de Vacunación con el requisito de ofrecerlo también para la población general y, finalmente, se nos concedió. Desde el pasado día 19 de julio y a fecha de hoy, han sido vacunadas más de más de 20.000 personas en nuestras instalaciones del Centro de Vacunación SANTALUCÍA en la calle Ribera de Loira, en Madrid.
No nos cabe ninguna duda de que la dificultad es mucha, que el esfuerzo está siendo titánico y que la compañía, a su vez, redoblará su compromiso y esfuerzo, pero nos sentimos muy orgullosos de contribuir a ayudar en la medida de nuestras posibilidades, a preservar la salud tanto de los empleados como de la población en general. Un proyecto de este calibre contribuye a los fines de SANTALUCÍA de ser una empresa creadora de protección y bienestar.
¿Qué campañas han puesto en marcha durante la situación de pandemia? ¿Hay alguna que quieras destacar?
Me gustaría, entre todas las acciones puestas en marcha, destacar el programa “A tu lado” de acompañamiento psicoemocional. También, entre otras, se pusieron en marcha acciones como “Gestionando Hijos”, “Muévete en Casa” y “Ever Health” para servicios de telemedicina a disposición de todos los empleados.
¿Cuáles son los objetivos de “A tu lado” y en qué consiste?
El objetivo principal del programa es la resignificación emocional, es decir, que todos los trabajadores de SANTALUCÍA entiendan lo vivido, lo doten de sentido y que, a través de la psicología positiva, sus experiencias se transformen en un proceso de aprendizaje y adaptación.
El programa se vertebra en:
- El análisis de las necesidades específicas de cada colectivo y la detección de casos de especial riesgo.
- Asegurar la actuación frente a síntomas de estrés agudo y prevenir daños futuros.
- Realizar un trabajo más amable y con mayor receptividad a través de la psicología positiva. Consolidar la ilusión y la energía que todos los esfuerzos individuales han sumado y contribuido para ayudar a miles de clientes.
- Desarrollar medidas encaminadas a mantener el compromiso de las personas con el grupo.
El programa “A tu lado” resultó ganador este año de la VII Edición de los Premios Internacionales MI EMPRESA ES SALUDABLE, en la categoría Bienestar Emocional y fue el programa mejor valorado por la totalidad de jurado, formado por reconocidos profesionales procedentes de la docencia, la psicología, el deporte, el talento, la salud y la empresa.
El teletrabajo ha sido una verdadera “salvación” para muchas empresas en el confinamiento, ¿cree que ha venido para quedarse o en España es más complicado instaurar este sistema a diferencia de otros países europeos?
En SANTALUCÍA, al tener una base asistencial muy importante en un entorno muy directo de llegada a nuestros clientes y de atención 24/7, la implementación de mecanismos que facilitaran el trabajo en remoto resultaba más compleja, y no podía aplicarse en todas las áreas de negocio del Grupo. Pero la compañía se adaptó en tiempo récord a las circunstancias, y lo hizo de manera eficaz para seguir no solo proporcionando nuestros servicios a los clientes, sino también para asegurar el bienestar de nuestra plantilla.
En 24 horas, el 94% de la plantilla pasó a trabajar de forma telemática. Una respuesta inmediata que permitió un proceso de digitalización, que ya estaba en marcha desde antes de comenzar la pandemia, en una iniciativa de cambio a nivel cultural y de operativa que al final ha resultado definitiva.
Esto se debe a que, un año antes la llegada del Covid-19, SANTALUCÍA había puesto en marcha su Plan Director de Transformación Digital, diseñado para cuatro años y en tres oleadas, compuesto por 160 proyectos y una inversión total de más de 200 millones de euros.
El teletrabajo, que ha sido una tónica común durante la pandemia y que se ha extendido en este último año, sin duda ha venido para quedarse. Además, en los primeros meses de 2021 y tras el avance de la vacunación, los grupos burbuja han constituido el pilar en el que empezar a construir el futuro organizativo en el medio plazo, asegurando la salud de los trabajadores con el servicio al cliente. El 96% de la plantilla de SANTALUCÍA sigue ya un modelo híbrido de trabajo, que combina el teletrabajo con el trabajo presencial en semanas alternas mediante esos grupos burbuja. Alcanzar el equilibrio hogar-oficina, mejorando la propuesta de valor al empleado y cuando ya trabajemos en un entorno phygital, será uno de los retos en el ámbito empresarial.
¿Han notado un incremento en la contratación de seguros sanitarios a raíz de la crisis?
Efectivamente, así ha sido. La crisis ha derivado en un aumento de la concienciación por la protección mediante seguros personales, y también determinados servicios de este tipo de pólizas como la telemedicina han sido muy bien valorados, en un contexto de mucha menor interacción social.
¿Qué acciones han desarrollado en su compañía en cumplimiento de los ODS y qué actuaciones desarrollan para la integración de personas y para ayudar a colectivos vulnerables?
En SANTALUCÍA, como socios de la Red Española del Pacto Mundial desde 2013, hemos trabajado año tras año para integrar los ODS de forma transversal en nuestro negocio.
Para nosotros, el primer paso fue identificar aquellos objetivos en los que impactamos de manera más significativa desde nuestra actividad a través de un proceso de análisis interno, y también con la participación e implicación de los empleados de todas las empresas del Grupo. Identificamos cuatro ODS prioritarios (3-Salud y Bienestar; 5-Igualdad de Género; 10-Reducción de las Desigualdades; y 13-Acción por el Clima), y cinco ODS complementarios (4-Educación de Calidad; 8-Trabajo Decente; 9-Industria e Innovación; 16-Paz, Justicia e Instituciones Sólidas; y 17-Alianzas para lograr los Objetivos).
De hecho, fuimos una de las primeras compañías del sector asegurador en alinear nuestra estrategia con estas metas globales, además de desarrollar un nuevo proyecto llamado “Embajadores de los ODS” para impulsar la participación de todos aquellos compañeros que quisiesen implicarse directamente en su consecución.
Así, dar respuesta a las necesidades y retos de la Agenda 2030 es una prioridad dentro de nuestro plan de RSC y sostenibilidad “Comprometidos con el entorno”, desde el que contribuimos a estos ODS e incidimos especialmente en dos colectivos clave para el Grupo, las personas mayores y los jóvenes, por medio de cuatro ejes de actuación: envejecimiento activo, habilidades para el futuro, contribución social y negocio responsable. Algunas de las actuaciones que promovemos dentro de estas líneas estratégicas son:
- Contribuir a reducir la brecha digital de las personas mayores y ofrecer herramientas y recursos para promover su seguridad y salud.
- Fomentar la participación de empleados y clientes en la definición de las iniciativas sociales que impulsamos a través de nuestro programa de acción social “Tú eliges a quién ayudamos”.
- Potenciar las alianzas de valor para llevar a cabo proyectos sociales de relevancia para las personas, su salud y bienestar. Entre otras, con Cruz Roja, Fundación Aladina, SECOT, Grandes Amigos, Fundación Pasqual Maragall o la Asociación Española Contra el Cáncer.
- Favorecer la educación financiera y la divulgación de una cultura de ahorro sostenible entre niños y jóvenes, principalmente a través del Instituto Santalucía.
¿Cree que la crisis ha cambiado el paradigma interno de las empresas? ¿cuál es el nuevo horizonte o el nuevo escenario en la gestión de las personas?
La gestión de personas que ha supuesto lidiar con la pandemia nos ha permitido aprender muchas cosas. Por ejemplo, que los equipos responden: hemos podido poner en marcha procesos que, de otra forma, se habría tardado años en hacer. Es curioso que uno de los efectos colaterales de esta situación ha sido el fortalecimiento de la función de gestión de personas y de quienes la conforman. Tanto en las empresas y funciones donde la gente se tuvo que ir a su casa a trabajar, como en aquellas donde la gente más que nunca tuvo que estar ‘al pie del cañón’, la continuidad del negocio nunca había dependido tanto de la pura voluntad personal y del compromiso de nuestros equipos con la empresa y sociedad. El back to the basics ha vuelto a triunfar. Creo que la respuesta post-Covid-19 pasa por esos elementos básicos que son las mejores herramientas para salir de cualquier situación de dificultad: el trabajo duro, la excelencia, la dedicación, el esfuerzo y la confianza en las personas.
La prioridad del profesional de RRHH es que tiene que ser más innovador que nunca, y es crucial que esta innovación forme parte de nuestra función porque se espera de nosotros que nos anticipemos. Cuando ocurre esto, tenemos que ver cómo esta disrupción que estamos viviendo, este contexto de tecnologías exponenciales, de rapidez de llegar al mercado, se puede trasladar a la organización y a las personas. Tenemos que tener esa visión, y para eso hay que estar fuera, en el mundo, saber lo que está pasando, y enterarse más allá de lo que ocurre en RRHH.; posiblemente tendremos que romper con lo que ya se hacía antes y generar nuevas tendencias que sean efectivas para la organización y que nos permitan acompañar al Negocio en su día a día.
Más que nunca, tenemos que adherirnos a la estrategia cortoplacista, porque las estrategias que antes hacíamos a 5 años vista ya no son realistas. En conclusión, tenemos que ser muy resilientes, con muchísima capacidad de generar entornos cambiantes, es decir, hoy puedo crear una política que mañana no me sirva y que desaparezca. Esta capacidad de innovar, de cambiar y de hacer las cosas diferentes es lo que tiene que caracterizar a la Gestión de Personas, no ya a la de mañana, sino a la de hoy.
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