¿Llegas de entrenar y como premio te das un atracón, ya que piensas que lo has quemado con tu esfuerzo? Llega al equilibrio, te explicamos cómo hacerlo.
Si tu propósito es perder peso y llevas tiempo haciendo ejercicio pero no ves resultados, es hora de revisar lo que comes. Si quieres adelgazar deberías quemar entre 200 y 500 kcal más de las que consumes, o viéndolo desde otro punto de vista, ingerir entre 200 y 500 kcal menos de las que quemas. A continuación te damos algunos consejos de por qué tu entrenamiento puede que no esté dando resultados.
Cuando terminas de entrenar, tu cuerpo genera endorfinas y adrenalina, provocando una tendencia a darte un capricho, generalmente con un alto contenido calórico y escaso valor nutricional, para recompensarte por el esfuerzo, ¡CUIDADO! Con esto no te decimos que no ingieras nada después de hacer ejercicio, pero opta por una opción saludable y de alto valor nutricional.
Hay calorías que son buenas y necesarias después de realizar ejercicio ya que contribuyen a la recuperación muscular y a reponer las reservas de glucógeno, con lo que evitarás la tentación ir corriendo a comprarte algo dulce. La mejor opción es una mezcla de hidratos de carbono y proteínas, que no supere las 200 kcal, como una rebanada de pan con un trozo de queso fresco por ejemplo.
La clave del éxito para llegar a tu objetivo es el equilibrio entre dieta sana y ejercicio. No creas en las dietas milagro y en perder peso de forma rápida. Solo te llevarán a perder agua y masa muscular y los resultados serán temporales pero al final lo volverás a recuperar. Sé paciente y poco a poco verás cómo lo consigues, no pienses en vivir “a dieta”, piensa en que estás cambiando tus hábitos hacia un camino más saludable. La combinación de un plan de ejercicio adecuado y una dieta equilibrada, te llevará a adelgazar, puede que de forma más lenta, pero definitiva. Además adquirirás hábitos saludables que podrás mantener de una manera sencilla con el tiempo.
Leila Bensghaiyar
Responsable de Comunicación
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