Ana Calvo, educadora social y actualmente responsable de la Unidad de Actividades Motivacionales del Hospital Universitario Reina Sofía.
¿Por qué decidisteis presentaros a los Premios Hospital Optimista?
En el área de Pediatría y desde nuestra Unidad de Actividades Motivacionales, trabajamos en la realización de actividades educativas de ocio de carácter lúdico-recreativo, que favorezcan la participación e interacción de los menores hospitalizados. De esta forma, se contribuye a evitar los procesos de angustia y aislamiento y, al mismo tiempo, se combate el aburrimiento que puede ir apareciendo en largos períodos de hospitalización y puede hacer que el niño adopte una actitud pasiva e indiferente ante lo que habitualmente le despertaba interés. El diseño en la programación de actividades no sólo está dirigido al paciente pediátrico ingresado, sino también a todas las personas que interaccionan con él: personal sanitario, amigos y fundamentalmente la familia. Pensamos que es muy positivo compartir con otros hospitales las acciones que realizamos en nuestro centro, encaminadas a humanizar el Hospital Reina Sofía. Además, al mismo tiempo, aprendemos de otras iniciativas y proyectos llevados a cabo en otros centros hospitalarios, con los que podemos intercambiar ideas.
¿Qué destacarías de vuestra iniciativa?
La importancia, hasta ahora relegada a un segundo plano, de la necesidad de programas de intervención socioeducativa que aborde aspectos tan importantes como los psicosociales, afectivos y educativos de los menores hospitalizados, con el objetivo de hacer un poquito más feliz su estancia en el centro hospitalario. También me gustaría poner en valor las ganas, ilusión y actitud positiva con la que trabajamos todos los profesionales implicados en el área pediátrica hospitalaria.
¿Qué retorno ha tenido vuestra iniciativa en los pacientes y en los profesionales sanitarios?
Ha sido muy positivo, tanto por los niños, familiares y allegados, que reciben con alegría las actividades que se realizan en el hospital; como por los profesionales, colaborando y participando en las mismas. Buscamos que la hospitalización sea lo menos traumática posible, intentando que la vida y rutina de los niños sea lo más semejante a la de su ambiente habitual.
¿Cómo ha sido el recorrido de vuestra iniciativa desde entonces?
Seguimos trabajando en la misma línea, innovando en la introducción de nuevos proyectos y mejorando los ya existentes. Las actividades motivacionales que se llevan a cabo son de diferente tipo: lúdicas, de entretenimiento, conmemorativas, didácticas, etc. Con cada una de ellas se intenta potenciar valores distintos en general, pero también en particular, el modo de participación del niño puede matizar un valor u otro. Además, el programa de intervención, no debe ser algo rígido, sino que debe estar sometido a un proceso de revisión continua y evaluación prospectiva sobre la consecución de objetivos, para modificar y adaptarlo a la situación real que aparezca, lo que denominamos gestión de la intervención.
¿Qué consejo darías a los candidatos de la II Edición de los Premios?
Nosotros de nuevo hemos participado en la II edición de los premios con un nuevo proyecto. Invitamos a los demás a que se unan en esta causa donde lo importante no es el premio sino la posibilidad de compartir iniciativas y proyectos que nos impulsen a seguir avanzando en la humanización de “hospitales optimistas”.
0 comentarios