El trabajo que se realiza cada vez más común en plataformas no solo representa desafíos para la salud física y psicológica, la seguridad y bienestar de los trabajadores sino también para la prevención y gestión de sus riesgos. Recientemente, la European Agency for Safety and Health at Work (EU-OSHA) ha analizado en un estudio esta tipología de trabajo cada vez más en auge con interesantes conclusiones.
La economía en plataforma no crea puestos de trabajo completamente nuevos sino más bien contribuye a tareas adicionales o una combinación de funciones dentro del puesto ya existente, e implica por tanto otra forma diferente de organizarlos y gestionarlos.
Además, debemos advertir que el trabajo online combina el uso de gestión algorítmica y vigilancia digital con arreglos de trabajo no estándar, lo que en la práctica se traduce en altos niveles de control sobre la organización del trabajo, asignación, seguimiento y evaluación. En este tipo de trabajos se explotan datos (clientes y trabajadores) que son procesados por un algoritmo. A su vez, trabajar en plataforma se asocia con el aislamiento profesional, la confluencia de los conflictos entre trabajo y vida personal, la falta de apoyo social, inseguridad laboral, de ingresos, entre otros. La plataforma por tanto comporta externalización de riesgos y costes, al tiempo que externalización de responsabilidades administrativas y organizacionales.
Existen varias tipologías de trabajo en estas plataformas (controladores de contenido en línea, repartidores y conductores de paquetes, programación remota, trabajo manual, etc). En general, todos ellos tienen un denominador en común: el alto grado de autonomía y flexibilidad respecto a cómo, cuándo y cuanto trabajan. No obstante, las plataformas laborales digitales parecen desplegar un nivel relativamente alto de control mediante la gestión algorítmica y vigilancia digital, por lo que plantea un interrogante sobre el grado de subordinación de estos trabajadores.
La primera de las conclusiones por tanto del estudio es la necesidad de recopilar conocimientos y datos sobre las condiciones de trabajo y empleo (como la SST) teniendo en cuenta las diferencias entre varios tipos de trabajo en cada plataforma. Es por ello imprescindible, el intercambio entre Estados miembros sobre investigaciones en materia de prevención y gestión del trabajo. También, destacar la poca documentación sobre las oportunidades de seguridad y salud en el trabajo de la plataforma, siendo una brecha a abordar, ya que por ejemplo los algoritmos podrían integrar medidas de prevención en su diseño y alinear las obligaciones al tiempo del trabajo.
Otra de las conclusiones es que se debe introducir medidas para ayudar a reducir o eliminar las asimetrías de información y los desequilibrios de poder entre las plataformas (facilitar situación laboral de trabajadores, prevalencia del trabajo no declarado, crear oportunidades de diálogo entre los empleados y otras partes interesadas, analizar cuestiones como el tiempo y condiciones de trabajo, etc). Y es que el estudio confirma que la naturaleza y las condiciones de trabajo de plataforma complican la prevención y los riesgos de la seguridad y salud del trabajo. La situación laboral poco clara y la clasificación de los trabajadores de las plataformas digitales como trabajadores por cuenta propia implica en la práctica que las plataformas digitales externalizan obligaciones que históricamente son asumidas por empleadores sobre la base de relaciones tradicionales empleador-empleado. Aunque en los últimos años ha crecido el debate sobre las condiciones laborales de los trabajadores de plataformas digitales se constata una falta general de conciencia y atención a SST y otros derechos fundamentales de este tipo de trabajadores en áreas de investigación y a la vez en implantación de políticas. Esto complica por tanto la prevención y gestión así como el seguimiento y aplicación de normas de SST.
En este sentido, la tercera conclusión de este informe es la necesidad de poner mayores esfuerzos sobre la importancia de la SST y prevención y gestión de riesgos entre autoridades gubernamentales y plataformas laborales digitales.
La incertidumbre sobre la naturaleza de las relaciones laborales ha disuadido a los gobiernos y organismos públicos a tomar medidas respecto a estas plataformas, argumentando que solo las actividades laborales establecidas en una relación de trabajo dependiente caen dentro de sus competencias. No obstante, en España con la Ley Riders se dio un gran paso, al obligar a las plataformas a reconocer a los trabajadores como empleados, aunque sólo es de aplicación para un grupo determinado de plataformas. La Comisión Europea por tanto analiza una Directiva sobre la mejora de las condiciones de la plataforma, inspirada en la norma española, pero con ambición explícita de ser aplicable a todas las plataformas, pero para ello se deben cumplir varias condiciones.
La cuarta de las conclusiones de este informe es que se requiere de más transparencia para falicitar el trabajo de los actores de la SST (autoridades, trabajadores, sindicatos, etc). Esto puede lograrse con la introducción de disposiciones en las políticas y legislaciones sobre trabajo en plataformas digitales imponiendo obligaciones de información (trabajo, servicios de inspección de seguridad social, autoridades fiscales, etc). En este caso, la transparencia sobre el funcionamiento de los algoritmos de las plataformas es crítica dado el grave impacto que ello puede suponer en la salud y seguridad de los trabajadores.
El estudio señala además que el monitoreo y la aplicación de las normas de SST en el trabajo de la plataforma digital debe estar presente. En este caso, el ejemplo español donde los inspectores de trabajo reciben formación y orientación sobre cómo inspeccionar el trabajo de la plataforma digital puede servir aquí de inspiración. Un inventario de recursos y capacidad de los servicios de inspección, un conjunto de datos fiables sobre el número de acciones realizadas en la plataforma, evaluación de riesgos mediante inspección, número de incidentes y problemas relacionados con la salud, y resultados de las acciones. El Comité Superior de Inspectores de Trabajo (SLIC) y la Autoridad Laboral Europea (ELA) en cooperación con EU-OSHA podría desempeñar un papel importante de coordinación.
Como última de las conclusiones de este estudio se detalla la necesidad de que los trabajadores de plataformas digitales y las organizaciones representativas (sindicatos) estén informados e involucrados en la prevención y gestión de riesgos de SST en entornos digitales. Las plataformas deben asegurarse de que se respete y garantice la participación haciendo por ejemplo que sea obligatorio que las plataformas consulten a los trabajadores sobre cuestiones de SST cuando se realicen cambios en la organización o las condiciones de trabajo y que afecten a la SST.
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