Durante el último lustro la contratación de personas con discapacidad ha tendido al alza, debido a un cambio de mentalidad de las empresas propiciado por una legislación que está dando sus frutos. Pero además, han influido las tecnologías adaptadas. Ratones que funcionan con movimientos faciales, pantallas de gran formato o teclados con cobertor, permiten desempeñar su trabajo a un 52% de las personas con discapacidad con empleo.
Estos son los datos del III Informe Tecnología y Discapacidad de la Fundación Adecco y Agilent Technologies presentado con motivo del Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, que se celebra el próximo 15 de julio. Para su realización, se ha encuestado a 500 personas con diferentes tipos de discapacidad.
Según este informe, en 2013 se produjo el récord histórico de contratos a personas con discapacidad, con 69.648, pero a pesar de los avances, hay otra cara de la moneda, la brecha digital, que afecta de manera más específica a las personas con discapacidad: el 61% de los encuestados encuentra barreras en el acceso y utilización de las nuevas tecnologías.
La mayoría de estas barreras son económicas (31%) pero también destacan las derivadas de las dificultades de los dispositivos tecnológicos para interactuar con las personas con discapacidad, ya sea por desconocimiento del modo de usarlas (16,7%) como por la ausencia de adaptaciones que convierten la herramienta en inaccesible (13%).
Las personas con discapacidad utilizan Internet en menor medida que el resto de la población: un 80% es usuario frecuente, frente al 92% general. A pesar de esta brecha, 7 de cada 10 encuestados asegura que las nuevas tecnologías han mejorado su calidad de vida, al permitirles comunicarse mejor, caminar, escuchar, etc.
El 86% de las personas con discapacidad coincide en que las Redes Sociales contribuyen a la normalización y la igualdad. Frente a ellos, un 14% opina que refuerzan el estigma y el estereotipo.
«El informe arroja una importante dicotomía. Por una parte, las nuevas tecnologías se han convertido en aliadas imprescindibles en la mejora de la calidad de vida y en el acceso al empleo de las personas con discapacidad, gracias a las tecnologías adaptadas. Sin embargo, no puede obviarse que aún se encuentran con obstáculos y dificultades en el uso de tecnologías tradicionales», señalan los autores del estudio.
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