La Federación Salud Mental Castilla y León ha organizado hoy la Jornada Salud Mental y Bienestar en el Trabajo en la que se ha contado con la colaboración del Consejo Económico y Social de Castilla y León, y el apoyo de la Junta de Castilla y León y Fundación ONCE. “El objetivo de este acto es analizar la realidad que se vive en las empresas en cuando al bienestar y su capacidad inclusiva, así como alcanzar respuestas y canalizar propuestas de mejora de la calidad emocional y psicosocial del entorno laboral”, explica Elena Briongos Rica, presidenta de la Federación, durante el acto de inauguración en el que también han participado Fernando de la Parte Alcalde, director General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León; Enrique Cabero Morán, presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, y Begoña Grijalvo Rebollo, directora Territorial Inserta Empleo CyL (Fundación ONCE).

A lo largo de la mañana se han podido escuchar importantes voces expertas en la materia, entre las que se encuentra Carmen Soler, equipo WANT: Prevención Psicosocial y Organizaciones Saludables. Dpto. Psicología Evolutiva, Educativa y Social y Metodología de la Universidad Jaume I de Castellón. quienes han analizado el estado actual de la atención a la salud mental en las empresas, el impacto de la pandemia del COVID, así como experiencias en primera persona de empresas colaboradoras con el movimiento asociativo.

Briongos ha querido destacar, en su intervención, que “en aquellas personas que se genera una pérdida de empleo o que las condiciones laborales no son las más óptimas, existe un alto riesgo de ver comprometido su estado de salud mental.  El cuidado del bienestar emocional en el trabajo representa la gran acción preventiva que las empresas deben considerar como una de las prioridades a tener en cuenta”, a lo que ha añadido que “no podemos olvidar que las personas pasamos una parte más que importante de nuestra vida trabajando y, por lo tanto, sometidas a estímulos que pueden posicionar la balanza a favor o en contra de nuestra salud mental”.

Desde el movimiento asociativo de la salud mental llevan años desarrollando líneas de apoyo dirigidas tanto a las personas con problemas de salud mental como a aquellas empresas que se han sumado a la inclusión laboral.  En este sentido, la presidenta de la Federación ha querido agradecer públicamente a esas empresas que durante el pasado año 2021 formalizaron los 967 contratos a personas con problemas de salud mental del movimiento asociativo.

Uno de los trabajos más reciente ha sido la Guía de Adaptaciones y Buenas Prácticas ‘Salud Mental y Bienestar en el Trabajo’ donde se ha generado un documento de análisis y propuestas que pueda servir de ayuda práctica a las empresas, y en la que hemos contado con el apoyo de Fundación ONCE.

La percepción social y empresarial en cuanto a la salud mental y su implicación en las empresas “es de una falta de definición de qué adaptaciones deben realizarse para favorecer la contratación de personas con problemas de salud mental, porque realizar adaptaciones para otras discapacidades de tipo físico o sensorial es más visible y ‘medible’ pero en cuestiones relacionadas con el malestar psíquico es verdad que las necesidades suelen variar y ser bastante personalizadas”, asegura Jesús Sánchez, técnico del Área de Empleo de la Federación. 

Junto a la Guía en versión digital, la entidad ha editado material impreso que se ha distribuido entre los asistentes a la Jornada así como entre las principales empresas y entidades empresariales de la región para ayudar y colaborar con ellas en el proceso de mejorar la inclusión laboral de las personas con problemas de salud mental, por un lado, pero también para acercar la necesidad de cuidar la salud mental en el entorno laboral como método de prevención de riesgos y de mejora del bienestar psicosocial de los equipos.

Este documento incluye varios cuestionarios que permiten hacer una evaluación de cómo de accesible es la empresa pero también incluye otro capítulo dirigido a la mejora del clima laboral con el objetivo de aumentar el bienestar de la empresa y de las personas trabajadoras, que puede redundar de manera importante en la disminución de bajas laborales e incrementar el denominado salario emocional.