Rafael Bisquerra es director del Postgrado en Educación Emocional y Bienestar y del Postgrado en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de la Universidad de Barcelona. Su línea de investigación desde los años 90 ha estado centrada en la educación emocional. Es autor de varias publicaciones como “10 ideas clave. Educación emocional”, Cuestiones sobre benestar, Inteligencia emocional en la educación, etc. Desde rhsaludable nos interesamos por su libro “Gimnasia emocional y coaching”.
¿En qué consiste la gimnasia emocional y coaching, para qué nos puede servir y quién la puede practicar?
Hace cuarenta años eran pocas las personas que practicaban footing o iban al gimnasio. Actualmente hay una gran cantidad de personas que han tomado conciencia de la importancia de practicar actividad física para mantener la salud en estado óptimo. El símil puede servir para las emociones: para mantener un buen nivel de salud emocional necesitamos entrenarnos. Así de claro.
¿Se trata de un libro en el que podremos encontrar aplicaciones prácticas para favorecer nuestro bienestar y felicidad?
Es un libro que pasa de la fundamentación a la práctica, con ejercicios y actividades orientadas al desarrollo de competencias emocionales y el bienestar.
¿Sería buena idea fomentar gimnasios emocionales, además de los propios de actividad física?
Así como en los últimos 50 años han proliferado de forma extraordinaria los gimnasios para la práctica de la actividad física, sería deseable que en los próximos años se extendieran los gimnasios emocionales como servicio para el desarrollo del bienestar emocional.
¿Considera que en escuelas y universidades se debería potenciar el aprendizaje de mayores competencias y aptitudes emocionales?
Así es. En centros educativos, universidades y organizaciones de todo tipo convendría que hubiera gimnasios emocionales. Actualmente, las organizaciones están centradas en el desarrollo económico y tecnológico. Es decir, en lo material. Vivimos el materialismo en todos los aspectos. Tal vez ha llegado el momento de pasar de tener a ser. De trabajar para tener, a trabajar para ser; en este “ser” se incluye la idea de que es más importante “ser feliz” que “tener lo que no necesito par serlo”. La idea se orienta hacia una sociedad de los servicios para el bienestar integral, más que en el desarrollo material. El desarrollo de competencias emocionales puede ayudar a reorientar las organizaciones y la sociedad en general, hacia el bienestar integral.
Hoy en día, ¿se da en las organizaciones la suficiente relevancia a la capacidad emocional, innovadora y creativa de los profesionales?
Hay muchos tipos de organizaciones, y cualquier generalización podría estar equivocada. Lo que se puede decir es que en general en las organizaciones no se contempla la importancia de las emociones. Si bien algunas organizaciones se lo están tomando en serio. Y lo curioso es que cuando se toman en serio las emociones, aumenta la producción y el rendimiento. De tal forma que algunas organizaciones, en principio no interesadas, al ver que esto puede aumentar los beneficios, también se implican. El hecho es que hay evidencias de que el desarrollo de competencias emocionales contribuye a mejorar significativamente el rendimiento, la creatividad, la convivencia y el bienestar emocional.
¿Cuál diría que es actualmente la principal deficiencia que ha detectado a nivel emocional?
Todo lo que estamos hablando sobre educación emocional surgió a partir de necesidades sociales que no están suficientemente atendidas: ansiedad, estrés depresión, violencia, consumo de drogas, etc. Todo esto tiene una carga emocional muy importante. Por lo tanto, las deficiencias principales son: analfabetismo emocional, impulsividad, deficiencias en la gestión de las emociones, en definitiva, falta de competencias emocionales.
Díganos un ejercicio sencillo que podamos practicar diaria y habitualmente para llevar una vida mejor.
Dedicar unos momentos cada día a estar en silencio. Tranquilizarnos. Prestar atención a la respiración. Tomar conciencia de que estoy respirando, estoy vivo. Tomar conciencia del bienestar, a pesar de todo. Cada minuto de toma de conciencia del bienestar es un entrenamiento para poder gozar de mayor bienestar en el futuro. En el libro hay un capítulo sobre las aportaciones de la neurociencia que demuestran que sin ser conscientes de ello, nos estamos entrenando continuamente para poder ser cada vez más felices, o para ser cada vez más infelices. Por esto, la gimnasia emocional es uno de los retos de la humanidad para potenciar el bienestar personal y social. Muchas gracias por tratar estos temas.
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