Las personas que han padecido coronavirus, el 20% presenta síntomas después de 4 semanas, y el 10% más de 12 semanas después. Es lo que se conoce como Covid-19 persistente, que provoca fatiga, tos, problemas de salud mental, dolor muscular y de articulaciones, entre otras molestias. Pero ¿cómo podemos actuar ante una enfermedad incipiente, que no sabemos cuándo será la recuperación ni cuánto tiempo puede alargarse?
La clave está en realizar un constante seguimiento y favorecer la reincorporación del trabajador cuándo así sea posible. Una vez vuelva a la empresa se pueden seguir algunos pasos como puede ser organizar una reunión previa entre supervisor y empleado (Ver infografía) , involucrar al servicio de salud laboral de la compañía para ayudarle en todo lo necesario, elaborar un plan de reincorporación para adecuar tareas, horarios, cargas de trabajo.
Lo fundamental es que el trabajador se sienta apoyado, una vez haya superado la enfermedad en su vuelta al entorno laboral, y fomentar un ambiente colaborativo, empático, evaluando y adaptando el nivel de actividad a su estado físico y emocional, potenciando la comunicación para que se sienta en todo momento acompañado en esa vuelta a la normalidad.
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