Zaragoza acogió el pasado 20 de marzo el Fórum de Organizaciones Saludables (FORSA) 2025, un encuentro que reunió a más de 160 asistentes para reflexionar y aprender sobre buenas prácticas en materia de salud, bienestar y seguridad en el trabajo. Entre las voces destacadas estuvo la de Nuria Gayán, directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, con quien conversamos sobre los retos, oportunidades y planes estratégicos encaminados a fomentar entornos laborales más saludables.
FORSA 2025 ha resaltado la importancia de la salud pública en el entorno laboral. Desde su perspectiva, ¿cómo pueden las empresas contribuir a mejorar la salud de sus trabajadores?
El núcleo de una mejor salud en una población mayoritariamente sana, como son las personas trabajadoras, radica en la prevención. Es más, antes de prevenir, en promover la salud. Elaborar una política de promoción de la salud en la empresa, desde una perspectiva holística y siempre con la participación de los destinatarios favorece crear un entorno promotor de la salud en el lugar de trabajo, que eduque en salud y en prevención de la enfermedad, forme a las personas y les ayude a desarrollar habilidades. Se incluyen también en este cambio de paradigma los servicios sanitarios laborales, que pueden reorientarse hacia la salud de los trabajadores y no solo hacia la enfermedad.
En Aragón, ¿qué iniciativas están impulsando desde la Dirección General de Salud Pública para promover entornos laborales más saludables?
El Plan de Salud como estrategia del Gobierno de Aragón, consolida la equidad y la salud en todas las políticas públicas. Dentro del mismo se contempla la promoción de la salud de las personas adultas en todos los ámbitos de la vida, incluido el laboral. Aparte de la creación de la Red Aragonesa de Empresas Saludables, en colaboración con nuestros compañeros del ISSLA, existen otros planes temáticos que abarcan diferentes necesidades de salud en la etapa laboral, como el Plan Aragonés de Actividad Física para la Salud y el Plan de Adicciones de la Comunidad Autónoma de Aragón.
Uno de los retos actuales es el envejecimiento de la población activa. ¿Cómo pueden adaptarse las empresas para garantizar un envejecimiento saludable en el trabajo?
La creación de entornos amigables con la edad es un reto que en muchos casos parece imposible, en parte debido a que no existe una fórmula que valga para todos. Existen tantas maneras de envejecer como personas, y el ritmo y los cambios que acontecen varían de unas a otras. Uno de los puntos que más a menudo resaltan instituciones e investigadores en la materia es que resulta esencial para los trabajadores de más edad contar con un responsable directo al que poder comunicar sus necesidades, que esté formado en la identificación y corrección del edadismo en el lugar de trabajo y que ayude a los trabajadores a expresar sus necesidades antes de llegar a un punto de crisis.
El burnout y el estrés laboral han aumentado en los últimos años, afectando tanto a la productividad como a la salud de los empleados. Desde su perspectiva, ¿qué estrategias pueden ayudar a reducir estos problemas en el entorno laboral?
El estrés laboral o burnout es una consecuencia de la exposición continuada a riesgos psicosociales en el lugar de trabajo. Por lo tanto, el camino a tomar para reducir su considerable impacto en la salud de las personas trabajadoras está bien definido: abordar los riesgos psicosociales desde su origen. Investigaciones sobre estas intervenciones resaltan algunos factores de éxito, entre lo que los más destacados son el enfoque preventivo, basarse en las necesidades reales identificadas mediante participación y diseñar estrategias a largo plazo que tengan en cuenta los recursos necesarios y disponibles.
En un contexto de cambio climático y nuevas enfermedades, ¿cómo pueden las empresas adaptarse para proteger mejor la salud de sus empleados?
Algunos de los riesgos resultan evidentes, mientras que otros son más silentes o larvados. No escapa a nadie que las altas temperaturas y la excesiva radiación ultravioleta son peligrosas y afectan más a trabajadores que realizan su labor al aire libre. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y hay que valorar el impacto que pueda tener en la población trabajadora, ya sea por verse envueltos en ellos durante su trabajo o porque éste esté relacionado con el propio evento climático. El aumento de temperaturas medias en nuestro entorno tiene otro riesgo no siempre evidente: se generan condiciones óptimas para la proliferación de vectores, como mosquitos, que pueden transmitir enfermedades hasta ahora casi desconocidas en nuestro medio. Nuevamente hay trabajadores que se pueden ver más expuestos por sus tareas: quienes trabajen al aire libre o cerca de cuerpos de agua estarán más expuestos a los mosquitos, siguiendo el ejemplo. Otros riesgos son aún menos evidentes si cabe. No solo los vectores de enfermedades pueden aumentar su aparición en nuestro medio. Otros animales, plagas para los cultivos, también. Por ello es frecuente el aumento en el uso en la utilización de plaguicidas, con los consiguientes riesgos conocidos para la salud humana. No solo plaguicidas, otros productos agroquímicos también ven aumentado su uso como, por ejemplo, los fertilizantes. El aumento de lluvias torrenciales propicia una mayor erosión, y hace necesario su utilización para mantener en el suelo los nutrientes necesarios para las plantas.
En general, una mayor visibilización del nexo entre clima y salud nos hará, a trabajadores y empresas, ser más conscientes de los riesgos y propiciará lo más necesario aún en este cambio: investigación que nos ayude a desarrollar la base empírica necesaria para hacerles frente.
De cara al futuro, ¿Qué tendencias cree que marcarán la salud pública en el ámbito laboral en los próximos años?
Existen varios aspectos que suscitan un interés particular a empresas y trabajadores actualmente. Uno sobre los que hay más demanda de medidas y conocimiento son los riesgos psicosociales y el bienestar emocional, que hemos abordado al hablar del burnout. Otro tema emergente que seguro va a cobrar una gran importancia es el de la reemergencia de la silicosis, que incluso ha sido ya tildada como el nuevo amianto.
Por otra parte, el uso de nuevas y mejores tecnologías para apoyar la Salud y Seguridad en el lugar de Trabajo, o nuevas aplicaciones de tecnologías preexistentes, ocupan un lugar especial en las estrategias de protección de la salud de las personas trabajadoras, y generan expectación respecto a qué nuevas oportunidades nos depararán.
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