Ser saludable y tóxico son dos polos opuestos. Una empresa saludable no entiende de toxicidad, y en un equipo tóxico no hay demasiado lugar para la salud. En este post me centraré en hablar de esos comportamientos tóxicos que muy a menudo veo en las empresas, y que (sin entrar a fondo en sus causas), sí que provocan muchas pérdidas.
Las principales causas de los comportamientos tóxicos
Entre las principales causas, está el clima laboral de la empresa, que viene determinado por múltiples factores. Si el clima laboral es demasiado tenso, rígido, o incómodo para trabajar, es fácil que la toxicidad empiece a aparecer dentro del seno de nuestra empresa.
Generalmente el liderazgo es el precursor número 1 del clima laboral, en las políticas que se dictan. De la forma de trabajar, de comunicar, y de hacer de la parte que gestiona la empresa, se derivan el resto de comportamientos que aparecen en los equipos de forma habitual.
[Tweet «No podemos esperar de un líder autoritario y más tieso que un palo, un clima laboral saludable»]
Hay cosas que caen por su propio peso, y por eso no hace falta hacer demasiadas encuestas de clima para ver cómo se encuentra este, sino más bien hablar unos minutos con el gerente o líder de la empresa y su equipo directivo.
Las consecuencias de los comportamientos tóxicos
- Conflictos destructivos. Aunque el conflicto es una fuente de vida para el equipo (si se gestiona bien), en las empresas tóxicas el conflicto destruye la motivación del equipo de forma constante.
- Falta de motivación. Las personas han perdido su conexión emocional con el proyecto y por lo tanto su implicación, esto se traduce en una falta de motivación que empapa a las personas, y al proyecto en sí mismo.
- Fuga de talento. Cuando alguien no está bien en un lugar se va, es de sentido común.
- Reputación. Al final la reputación de la empresa acaba por pagar lo que las personas viven dentro de ella. Hay empresas a las que las personas talentosas nunca irán a trabajar, no hace falta más que mirar algunas opiniones en la red sobre ellas o hablar con un ex empleado o empleado actual. La reputación afecta a la marca y por supuesto a las ventas.
Los principales comportamientos tóxicos
Los comportamientos tóxicos son cuatro, todo aquel comportamiento que genere malestar en una empresa podría también caer dentro de esta lista.
- Culpa. Cuando nos dedicamos a tirar balones fuera, a echar la culpa a otros departamentos, personas, etcétera. La culpa es la consecuencia de no querer asumir la responsabilidad de arreglar los problemas por uno mismo. Las personas responsables y maduras no culpan más de la cuenta, se dedican a hacer lo suyo, y si trabajan en equipo, a solucionar cualquier contingencia con los demás para hacer las cosas más fáciles.
- Victimismo. Este tipo de comportamientos suele ser casi patológicos. El victimismo se puede ver en ese tipo de perfiles que parecen los mártires números uno, los que peor lo pasan y a los que les ocurren todas las desgracias. Este tipo de comportamientos desmotivan al equipo.
- Pasividad. No implicarse, no ser responsables con nuestro equipo, proyecto o compañero, es una forma de no estar implicados. Especialmente en el conflicto la pasividad es un comportamiento muy tóxico, por eso es tan dañino si aparece muy a menudo. Muchas personas lo utilizan constantemente, en un comportamiento tipo “pelea-huye”, y cuando “huye” muestra esa pasividad de parecer que no está en el equipo, que todo le da igual, que no pasa “nada”. Cuando en realidad, lo que está esperando esta persona es cargar de nuevo las pilas para pasar de nuevo a un estado de “pelea”, Uf… agotador.
- Desdén. Es evidente que cualquier falta de respeto hacia otras personas será tóxica, muy tóxica. Por este motivo es el comportamiento número uno a evitar si queremos un equipo y una empresa saludable.
Espero haberte ayudado a construir una empresa y un equipo saludable.
César Piqueras
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