Hoy se ha celebrado el evento FORSA 2024, coincidiendo con la Semana Europea de Seguridad y Salud que ha reunido a destacados expertos que han analizado los desafíos que presenta la digitalización en el ámbito laboral. La iniciativa, conducida por Carmen Soler, experta en bienestar estratégico organizacional, ha contado con más de 150 inscritos, que han seguido las exposiciones sobre cómo la transformación tecnológica y la IA pueden impactar en los entornos laborales.
Mª Jesús Otero (INSST): Adaptándonos a las transiciones digital y demográfica
Mª Jesús Otero ha abierto el evento subrayando la importancia de las transiciones digital y demográfica, dos grandes retos que están redefiniendo el mundo del trabajo. «La digitalización está transformando todos los aspectos de la economía, desde la producción hasta los servicios, modificando los patrones de consumo y las relaciones laborales», ha afirmado. Según Otero, esto implica cambios profundos no solo en las demandas laborales, sino también en los riesgos psicosociales: «Los trabajos están siendo menos físicos, pero las exigencias cognitivas y emocionales se están incrementando «.
Además, Otero ha apuntado que la tecnología, no está aliviando la carga laboral, sino que aunque pueda parecer contradictorio está intensificando el trabajo. «Nos vemos obligados a responder a una velocidad que no corresponde a la capacidad humana. La tecnología avanza rápido, pero no podemos exigir que las personas lo hagan al mismo ritmo, para no impactar en mayor estrés», comentó, refiriéndose al tecnoestrés como un problema emergente. «Ahora, no solo trabajamos más horas, sino que la desconexión digital se está volviendo más necesaria que nunca, dado que la presión de estar siempre conectados impacta en nuestra salud», ha subrayado.
En cuanto a la transición demográfica, Otero ha apuntado que «estamos ante un escenario de envejecimiento de la población activa, con más trabajadores mayores de 65 años y un descenso en las tasas de natalidad». Este cambio demográfico exige que se adapten las medidas preventivas en función de la edad: «No podemos tratar a todos los trabajadores de la misma manera y esto es extensible a todas las generaciones de trabajadores. Las capacidades físicas y cognitivas varían con la edad, y la prevención debe adaptarse a esas diferencias”
Otero también ha señalado las brechas digitales que surgen con la transición demográfica: «No es solo una cuestión de formación, sino de desigualdad. Los trabajadores mayores o los que viven en zonas rurales o con menor cualificación se enfrentan a mayores dificultades para adaptarse a las tecnologías digitales, lo que genera riesgos adicionales y desigualdades en el acceso a oportunidades laborales».
Antonio Díaz (APA y AESPLA): El factor humano y la IA en la prevención de riesgos laborales
Antonio Díaz, en representación de la Asociación para la Prevención de Accidentes (APA), ha subrayado la importancia del «factor humano», presente en el 80% de los accidentes laborales. Díaz ha presentado un proyecto basado en inteligencia artificial desarrollado por la startup Nyuron, que utiliza un chatbot para predecir comportamientos laborales y riesgos: «Este sistema captura competencias clave del trabajador, como su capacidad de concentración, autocontrol o percepción del riesgo, y sugiere áreas de mejora personalizadas para reducir accidentes».
Díaz ha explicado que la IA permite identificar con precisión en qué áreas necesita cada empleado más formación, lo que refuerza la prevención a nivel individual: «El objetivo es que la tecnología acompañe tanto al trabajador como a los mandos intermedios, ayudando en la gestión de competencias y minimizando riesgos».
Victoria Marín (Redeia): Proyecto Emoción y la salud emocional en el trabajo
Victoria Marín, representante de Redeia (anteriormente Grupo Red Eléctrica), ha dado a conocer el innovador «Proyecto Emoción», que integra la salud emocional en la gestión de los riesgos laborales. Marín ha explicado que, su empresa pertenece al sector de la electricidad, y que los empleados de la compañía están expuestos a riesgos significativos, como caídas desde altura o incidentes con conexiones eléctricas.
El «Proyecto Emoción» incluye una evaluación emocional diaria de los trabajadores a través de un chatbot, que monitoriza su estado emocional y personaliza el plan de acción según cada perfil: «Hemos diseñado un perfil emocional individualizado para cada empleado, lo que nos permite ofrecer una formación adaptada y medidas preventivas específicas, con el objetivo de reducir al máximo los riesgos de accidente», explicó Marín.
Marta González (Santalucía): Digitalización del bienestar en las empresas
Marta González Santalucía ha destacado cómo su empresa ha digitalizado un plan integral de bienestar para sus empleados, en marcha desde hace tres años. «Nuestra cultura está centrada en el bienestar y la salud, abarcando desde la actividad física y la alimentación hasta la gestión emocional», comentó. El plan de Santalucía busca mejorar la calidad de vida de los empleados y su eficiencia: «La digitalización nos ha permitido adaptarnos a las necesidades individuales y colectivas, asegurando que nuestra estrategia impacte positivamente en todos nuestros trabajadores», ha explicado González.
Mercedes Sanchis (IBV): La tecnología como clave para la ergonomía y la prevención
Mercedes Sanchis, del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), ha expuesto los avances más recientes en ergonomía laboral, resaltando el papel clave de la inteligencia artificial y la tecnología para mejorar las condiciones de trabajo y prevenir problemas de salud. «En el IBV hemos implementado herramientas como los gemelos digitales y los exoesqueletos, que nos permiten analizar en tiempo real los movimientos y las posturas de los trabajadores, lo que ayuda a reducir los riesgos musculoesqueléticos», ha explicado Sanchis.
Sanchis también ha destacado la importancia de la inteligencia artificial para predecir trastornos musculoesqueléticos: «Estamos trabajando en modelos predictivos que nos permitan anticipar problemas de salud antes de que se presenten, lo que nos sitúa a la vanguardia de la prevención laboral». Sin embargo, también ha mencionado los desafíos éticos: «El uso de esta tecnología plantea dilemas éticos, como la posibilidad de que la información sobre las limitaciones físicas de un trabajador influya en decisiones laborales o asignación de tareas.
María Lapena (consultora internacional): Desafíos éticos de la IA en el entorno laboral
María Lapena, experta en evaluar las cuestiones éticas en la aplicación de la inteligencia artificial, ha ofrecido una perspectiva crucial sobre los riesgos éticos que conlleva la creciente implementación de estas tecnologías en el ámbito laboral. «Ya hay barreras regulatorias en marcha», explicó.
Lapena ha señalado la importancia de garantizar que las decisiones tomadas por IA no vulneren derechos fundamentales. La Ley de Protección de Datos ya protege determinados aspectos que se pueden dar en el uso de la IA, pero necesitamos avanzar hacia una regulación más exhaustiva». También ha destacado que los próximos dos años serán cruciales, ya que se espera que entre en vigor el reglamento europeo, que busca establecer un marco legal claro para su uso en las empresas y que recogerá sanciones a aquellas a quien incumpla las normas.
El evento ha concluido con un enfoque claro: la tecnología debe ser una aliada para mejorar la salud laboral, pero siempre con las personas en el centro de la estrategia. Los retos éticos y psicosociales emergen como factores clave que las empresas deberán gestionar de manera consciente y responsable en los próximos años.
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